domingo, 31 de julio de 2011

Limpieza.

Hoy ha tocado revisar una montaña y media de papeles, notas, cuadernos, apuntes, etc que tenía acumulados desde hace más de 5 años. He encontrado trocitos de mí que me han hecho sonreír ausente. Entre mis apuntes de selectividad aparecían de repente notas sobre astrología o mitología. Entre las fotocopias de 3º y 4º de la ESO he encontrado comentarios filosóficos, críticos o, simplemente, reflexivos. Entre todo eso he encontrado esto:

Dibujé tus labios para no olvidar su forma.
Miré fijamente tus ojos para intentar ver en ellos tu brillante y característica luz.
Memoricé cada ángulo de tu rostro para sentir que te acariciaba.
Y al observar sus preciosas manos, sentí que me tocaban.
Aunque no encuentro razones de peso para hacer todo esto, lo hago.
No sé por qué, pero ya no creo en las cosas que hago o digo. Y lo más curioso de todo: ya no escucho a mi corazón.
Pero creo que esto último ocurre porque ya no está ahí.
Están siendo las cuatro semanas más duras de mi vida, pero tú sigues adelante, indiferente.
Lo peor es que dices que cuente contigo, que yo te importo, que me valoras...
Pero, ¿dónde están los hechos que lo demuestran? Simplemente no están.
Por creer en ti, dejé escapar a alguien que sé me quería de verdad.
Hoy, que sé que lo quiero de verdad y que le hice daño y que lo dejé escapar, por segunda vez porque no perdía la esperanza en ti; hoy que me siento idiota, perdida, decepcionada, amargada, mal... Y todo por creer en alguien que no existía, alguien que yo misma creé para, no sé, ¿sentirme mejor?
Hoy no sé qué hacer. Porque mi mundo se derrumba y muero cada vez que veo esa estúpida foto tuya.
Parece ser que aún eres capaz de seguir rompiéndome el corazón.


Me he quedado fría cuando he leído esto. Tiene ciertos toques de similaridad con mi situación actual, pero la verdad es que no sé cuándo lo escribí ni de quién hablaba. Soy demasiado enamoradiza.

Además de esto he encontrado algunas cosas más que me traen recuerdos de mi efervescente adolescencia. ¡Qué tiempos! Hay que ver cómo ha cambiado toda mi vida, cómo he crecido, cómo ha girado el mundo y han cambiado las relaciones, las situaciones, las posiciones. Es increíble.

Hoy me siento mayor. Y encantada.

Corte de pelo.

Cuando algo me afecta o me cabrea o me frustra, me corto el pelo. Yo soy así. En el momento en el que digo "Basta" necesito un cambio, empezando por mí. De ahí el por qué de mi maravilloso y nuevo corte de pelo. Estaba harta.

Lo que siento al cortarme el pelo es muy similar a lo que siento cuando dejo la lluvia caer sobre mí. Es una sensación de limpieza, de renovación, de borrar lo malo y quedarme sólo con lo que sí es bueno. Un cambio para mejor.

Es cierto que a veces, ni por esas consigo salir del agujero, pero al menos lo intento. Tras hacer esas pequeñas cosas que mucha gente hace tan cotidianamente, yo me siento más fuerte, limpia, pura... Quizás no sé explicarme muy bien, pero entended que es complicado.

La cuestión es que poco a poco lo estoy consiguiendo: me siento cada vez más fuerte, más segura de mis actos. Debo seguir caminando, sin parar, poco a poco. Porque mi madre tiene una frase que he grabado a fuego en mí: "Se puede perder la cabeza, pero no el tiempo". Y es cierto, porque en un momento dado, podemos dejarnos llevar por una locura transitoria que nos haga perder la cabeza. Pero tras el momento de locura, toca volver a la realidad, aplastante. Digamos que hay cierto margen de vuelta atrás. Pero con el tiempo no pasa eso. El tiempo jamás se debe perder, porque tenemos lo que nos ha sido otorgado, nada más. Sí, una vida es mucho tiempo, pero precisamente por eso debemos aprender de cada cosa que hagamos, de cada acontecimiento (bueno o malo) que nos toque presenciar y/o protagonizar. Hay que aprender de todo y cada uno de los movimientos que se producen a nuestro alrededor. Para poder vivir una vida plena, hay que saber ser consciente, constante y consecuente. Creo que poco a poco lo estoy empezando a hacer.

Será cuestión de tiempo, aunque espero que en una temporada no tenga que volver a cortarme el pelo. =P

viernes, 29 de julio de 2011

Nubes.

Era revitalizante caminar por la calle vestida con unos pantalones hippies cortados de mala manera, una camiseta de tirantes que resaltaba su pecho y unas sandalias que conjuntaban a la perfección con el resto. Los auriculares en sus oídos, la deleitaban con notas relajantes, optimistas. Hacía mucho calor, pero el día merecía la pena. Con sus oscuras gafas de Sol, disfrutaba observando las caras de la gente que iba y venía por la calle, junto a ella. Le parecía curiosa la facilidad con la que se inventaba cómo podían ser sus vidas, dónde iban, de dónde venían y qué esperaban de aquel día.

A pesar del asfixiante calor y del potente Sol que iluminaba el pueblo, mientras caminaba por las calles ella sentía que la acompañaba una horrible nube oscura que dejaba caer sus gotitas cual lágrimas. Aún así, miraba hacia adelante, derrochando seguridad, dirigiendo sus pasos a un lugar concreto, sin dudar. Y con cada paso que daba se convencía a sí misma de que las nubes no son eternas y siempre acaban por irse.

Este tipo de nubes sólo se borrarían con tiempo... y sonrisas. No más lágrimas.

jueves, 28 de julio de 2011

Qué triste.

La verdad es que lo imaginaba, pero el hecho de comprobarlo... duele.

Definitivamente no puedo ni debo esperar nada de prácticamente nadie. La evidencia es aplastante ante mí. Y me jode tanto que no puedo ni describirlo. En fin, un golpe más que uno menos a estas alturas... No creo que lo note demasiado, la verdad.

De estos dos últimos días puedo sacar, básicamente dos conclusiones: la primera, que el amor sienta bien; y la segunda que con el tiempo voy a salir de esto y voy a mejorar (lo cual resulta muy esperanzador con el miedo que tengo).

No todo puede salir bien en esta vida, pero no entiendo que TODO tenga que ir saliendo mal. Una cosa detrás de otra. Un golpe detrás de otro. Una caída detrás de otra. Por ahora, consigo levantarme, pero ¿llegará el momento en el que no encuentre las fuerzas? Seguramente sí, y entonces sí que no sé qué voy a hacer.

Aunque me duela, me voy a encerrar en mi pequeña pompa de jabón y aire, en mi casa, en mi gente. Y se acabó. Ya no puedo esperar nada más. Nadie más va a hacer nada por mí. Mientras espero a que pase el tiempo e intento recomponer mi vida, trataré de ser feliz y de dejar de ver lo malo de las cosas. Ya es hora. Pero me da tantísimo miedo también...

Esto es triste, muy triste. Mirarse al espejo y no reconocerse te deja una sensación de estupidez en el cuerpo que no sé tampoco describir.

Bueno, digo yo que de cosas peores, miento: casi iguales, hemos salido. Por lo tanto, de esta, también.

Renacer es lo que queda. Renacer o dejarse morir.

martes, 26 de julio de 2011

Feeling like a clown.



Sentirse estúpida en sobremanera. Sobran las palabras. Bastan los hechos. Duelen los recuerdos.

No sé de dónde saco fuerzas para seguir...

lunes, 25 de julio de 2011

Sola.


¿Y ahora quién llama al olvido? ¿Y ahora quién vuelve a contar estrellas que no brillarán si tú no cuentas conmigo? Si no quieres soñar, vete en silencio. Ahora ya puedes olvidar...


Estaba muy frustrada y muy cabreada.

Fuí hasta mi armario, saqué la guitarra, la tomé entre mis brazos, la afiné rápidamente y me puse a deslizar los dedos entre las cuerdas. Las notas que salían me sonaban demasiado tristes para soportarlas con la suficiente entereza. Abrí mi carpeta de canciones en el ordenador y me decidí por "Sola" de Efecto Mariposa. Leí previamente la letra, a pesar de que me la sé de memoria. Sí, aquella canción era perfecta. Comencé a tocar.

Reconozco que me equivoqué, pero hoy no me arrepiento, no me gustan las mentiras. Reconozco que lo eché a perder. Y resulta que aún te quiero y que me queman aún por dentro las heridas, ¿no lo ves? No dejan de arder.
Y ahora quiero estar...
Sola, perdida en esta rabia se me escapa la vida otra vez.
Sola, que nadie me hace falta para alzarme en un vuelo y volver a empezar.
¿Quién me mandaría preguntar? Te hice daño y lo lamento, yo creí que lo sabías. ¿Quién me mandaría contestar? Y resulta que aún te quiero, de los otros ni me acuerdo. Ya no insistas, ¿no lo ves? No puedo volver.
Y ahora quiero estar.
Sola, en medio de la nada, se me antoja este mundo al revés.
Sola, que nadie me hace falta para alzarme en un vuelo y volver...
Y que importa lo que hice, si tal vez me equivoqué. Estas son mis cicatrices y son parte de mi vida. Y seguiré...
Sola, perdida en esta rabia se me escapa la vida otra vez.
Sola, que nadie me hace falta para alzarme en un vuelo y volver a empezar.


Mientras tocaba y cantaba, trataba de desgarrar las cuerdas de la guitarra, mis ojos se inundaban de lágrimas de rabia y mi voz sonaba desgarrada. La toqué por lo menos 3 o 4 veces. Y aún así no me parecieron suficientes. Era una sensación de necesidad de gritar, de descargar rabia. Estaba (y estoy) tan decepcionada que no sabía qué hacer. Tocar la guitarra es una de las cosas que más me ayuda para momentos así, pero ayer ni siquiera eso funcionaba. Me tiré en la cama, al lado de mi guitarra y simplemente lloré. Lloré de rabia mientras escuchaba la lista de reproducción que describía un par de entradas antes, añadiendole un par de canciones como "Sólo quiero bailar" de Zenttric o la misma canción que había estado tocando.

Por fin, acabé más relajada y agotada de pensar y de sentir tantísimas cosas a la vez. Respiré hondo y bajé a cenar y a ver "Mentes Criminales". Me aislé en mi mundo mientras veía perezosamente la tele. Cuando se decidió que era la hora de dormir, subí lentamente hasta la habitación. Tras abrir el balcón para que corriese un poco de aire, cogí un cigarrillo, lo encendí y, mientras observaba el cielo estrellado, recordé la canción "No habrá más perdón" de Belén Arjona. Terminé el cigarrillo y me dispuse a leer unas páginas de mi segundo libro de la pentalogía de Ramsés. No me concentraba, así que al poco rato, desistí y decidí dormir y descansar de tan horrible día.

Ojalá fuera más fácil olvidar.



Nuestro amor fué un error y partió mi cielo en dos.

Tres partes.


Me divido en tres partes: alma, cuerpo y corazón. Y me gusta. A veces el cuerpo me incita a hacer cosas que el corazón no aprueba. Otras veces el corazón me induce a sentir cosas que me destrozan el alma. Alguna que otra vez me hacen el enorme favor de ponerse de acuerdo. Es curioso, pero ya no recuerdo cuándo fue la última vez que se alinearon mis tres astros.

Siento hoy la extraña emoción de una niña pequeña. He pasado un día realmente resacoso. Ayer no debí beber. Pero a lo hecho, pecho. A pesar de todo, la leve resaca que tenía no me ha impedido cabrearme con el mundo. Es que me tocan la moral continuamente. Pero ¡seré tonta! Había olvidado algo que iba a pasar hoy y que me hacía mucha ilusión. No tendría nada de especial si no fuera por las dos personas especiales que colaboraban en ese acontecimiento tan normal y rutinario. Suspiro recordando los momentos y circunstancias en las que yo sentía esa emoción contenida cuando tenía 16 o 17 años. Creo que la estoy perdiendo con los años... No sé. Me queda mucho por ver y mucho por vivir, pero ese pavo y esas emociones intensas de la adolescencia hace mucho tiempo que sé que no las volveré a experimentar. Y a veces las hecho de menos. Me consuela pensar que tengo dos hermanas más pequeñas que las vivirán y espero poder acompañarlas en ello. Porque en otra cosa quizás no, pero en estos temas... soy experta. :)

Que me voy contenta a la cama hoy, joder. Que me apetece. A mí qué más me da el resto del puto mundo si el mío hoy está ordenadito y sobre todo limpio. ¡Bah! Soy libre. Hoy siento la libertad acariciando mi cuerpo, sumergiéndose en mi alma y haciéndome sonreírme a mí misma por las esquinas. Me siento una niña pequeña.

Hoy veo futuro. Y lo veo acompañada de muy pocas personas, pero al menos ellos y ellas estarán siempre ahí. Y eso es algo que me reconforta, me ayuda a respirar hondo y me parece más que suficiente para seguir viviendo.

¡Hoy sí que sí!

=D

domingo, 24 de julio de 2011

Lista de reproducción.

Con esta lista de reproducción acariciando mis oídos y desviando mi ira, me sobran hoy todas las palabras.

1- Sangre en la nevera (Belén Arjona)
2- Que te aguante tu madre (Belén Arjona)
3- No habrá más perdón (Belén Arjona)
4- Hurricane (30 Seconds to Mars)
5- Never Again (Kelly Clarkson)
6- Behind these hazel eyes (Kelly Clarkson)
7- Fuck you (Lily Allen)
8- Edge of the Earth (30 Seconds to Mars)
9- The Kill (30 Seconds to Mars)
10- Alibi (30 Seconds to Mars)
11- Too little, too late (JoJo)
12- Nos sobran los motivos (Joaquín Sabina)
13- Te extraño (Belén Arjona)
14- No ha parado de llover (Maná)
15- A beautiful lie (30 Seconsd to Mars)
16- Sober (Pink)
17- Ya no te quiero (Ana Torroja)
18- Tears and Rain (James Blunt)
19- Complicated (Avril Lavigne)
20- Hot'n Cold (Katy Perry)
21- Equivocada (Thalía)
22- Sale el Sol (Shakira)
23- Quién dice (Ana Torroja)
24- I just don't love you no more (Craig David)
25- Numb (Linking Park)
26- Somewhere I belong (Linking Park)
27- If I were a boy (Beyoncé)


Quien juega con fuego... se quema.

sábado, 23 de julio de 2011

Porque este mundo no lo entiendo.

Estoy curioseando por Internet a las 6 de la tarde aproximadamente, cuando en el estado de Tuenti de una amiga veo que pone que ha muerto Amy Winehouse. Reconozco que odio esa cantante de pacotilla, que me cae fatal, que no la soporto ni a ella ni a sus canciones, ni sus vicios... Sí, todo eso. Pero 27 años me parece una edad demasiado temprana para tener el historial de coqueteos con las drogas y el alcohol que ha tenido esta criatura. Recordemos el concierto de Serbia, que fue vergonzoso. Amy apenas podía tenerse en pie, era incapaz de entonar sus propias canciones. Fue realmente bochornoso. A pesar de que no me produce sino asco, me da muchísima pena saber que ha sido incapaz de valorar su voz, su éxito a nivel mundial y el enorme abanico de posibilidades con el que algunas personas aficionadas a la música soñamos día tras día. Se ve que a esta mujer le pudo más la fama y el ansia de morir a la misma edad que otros colegas como Kurt Cobain, que el amor por un sueño.

Encima, me doy cuenta de repente de que son las 9 de la tarde. El Telediario me hace asegurarme de la noticia de la muerte de Amy Winehouse, además de informarme de que un chalado se ha liado a tiros en un camping noruego. La gente está loca, definitivamente, empezando por mí y terminando por el subnormal ese de Noruega. Matar a 90 y tantas personas por la cara, sin ton ni son. De verdad que me muero del asco. A veces no quiero vivir en este mundo que me da tanto miedo y me hace sentir tan pequeña ante la inmensidad de la locura de la gente.

Y yo tirada toda la tarde en un sillón viendo "Karate kid" con mi pequeña y "Qué tiempo tan feliz" con mi abuela. Por lo menos me consuelo pensando que tengo planes para esta noche. Es raro, pero ni siquiera eso me hace sonreír. Llevo todo el día demasiado rara...

Mi hermana vuelve y le recuerdo que se iba a venir conmigo hoy. Me comenta que le habían propuesto otros planes en los que curiosamente participan ciertas personas que me asquean. Obviamente le digo que se venga conmigo. Y es lo que va a hacer.

Después del día de hoy, sólo me queda decir que cuanto más sé, más asco me da todo este mundo (incluida yo misma muchas veces). Es más: cuanto más sé, menos querría saber. Es cierto que prefiero las verdades aunque duelan, pero a veces prefiero hacerme la sorda y evadirme a mi mundo de yupi. Se está muy bien allí.

Envejecer.

Diez años más. De golpe. Es impresionante lo que puede envejecer el alma en un sólo año.

Me siento muy rara. Me encuentro vacía de todo. Vacía de nada. Al fin y al cabo, vacía. Agoté mis cartuchos. Se acabó mi tiempo. Sólo me queda renacer.

Tengo ganas de gritar, de llorar, de pegarle a alguien. No sé explicar lo que me pasa por dentro. Tengo la aplastante sensación de que me he decepcionado a mí misma. Quién sabe, quizás no soy tan fuerte como me creo. Además hay momentos en los que me siento muy pequeña, pero también hay momentos en los que me siento la reina del mundo. Es todo tan extraño...

La canción "Hurricane" de 30 Seconds to Mars golpea mis oídos de una manera sobrehumana, me tranquiliza y me hace sentir que mi rabia se escapa entre los versos que canta Jared. Me siento violenta, perdida, enfadada, frustrada. Como si fuera una niña pequeña.

Deseaba la libertad, tener el poder sobre mi vida, que me dejaran en paz, poder correr por los caminos que yo escoja sin tener que preocuparme de nada. ¿Cómo puedo ser tan inconsciente? La vida es mucho más que eso. No depende de mí, sino de las circunstancias. Ahora creo que ya lo entiendo mejor todo. Aún así, sigo sintiéndome triste y frustrada. Tengo la pesadumbre de una amarga melancolía que me resulta incomprensible pero me asfixia sin piedad.

Supongo que sólo durará el día de hoy. La verdad no sé qué hacer para encontrarme mejor. Hoy es uno de esos días en los que deseo acostarme, o tirarme en la cama a dejarme morir hasta que todo vaya a mejor.

Tal vez mañana la vida me de más fuerzas.

jueves, 21 de julio de 2011

Smile.

Una vez alguien me dijo que yo era "dulce a la vez que picante".

Me sorprendió porque era una de las cosas más acertadas que me habían dicho nunca. Ahora me paro a pensarlo detenidamente, y comprendo la razón que tenía esa persona.

En realidad soy DULCE, con mi romanticismo, mis amores platónicos, mis sonrisas vergonzosas, mis miradas tímidas, mis caricias leves, mis lágrimas de felicidad, mi empatía asombrosa, mi sensibilidad exagerada...

Pero también soy PICANTE, con mis miradas insinuantes, mis movimientos desgarbados, mis sonrisas acompañadas de un guiño, mis palabras susurradas, mis contestaciones descaradas y provocadoras...

Extraña mezcla, la verdad.

Pero me gusta ser ambas cosas.

martes, 19 de julio de 2011

Es el miedo...

... o yo.



Y no sé si esta vez debería dejarlo ganar. Al fin y al cabo, suelo combatirlo casi siempre, pero esta vez es mucho lo que tengo que perder.

Cuando las decisiones están tomadas, ¿no es cierto que ya no hay vuelta atrás? ¿Por qué entonces me siento ante la duda de si debo arriesgar o no?

Pongámonos serios: es mi corazón el que está en juego.

Sí, definitivamente necesito pruebas fiables de que no volverá a ser destrozado.

Sino... me niego a correr el riesgo. Me someto a mi miedo.

Ahora sí.

Brindo con mi soledad por las pérdidas que no son cuantificables.
Sonrío a mi ironía mientras me estalla en la cara.
Estúpida y dolorida tras el golpe, me dejo morir de la risa.
Ignorante ante el riesgo, ahora lo valoro denasiado.
Cuando las cosas salen mal una vez... ya nunca volverán a salir bien. Y me cuesta creerlo, pero me lo creo.
Ahora sí.

sábado, 16 de julio de 2011

Voy a dejar de pensar...

... y voy a imaginarme que no existes.

Pasito atrás.

Sabía que no debía esperar nada, ni ilusionarme, ni apostar por nada de aquello. No podía salir bien, y eso era algo que se veía claramente desde el principio. Sin embargo, soy como soy y me gusta apostar por las personas que me parecen interesantes. Será que no aprendo ya ni siquiera a base de golpes. ¿Cómo puedo ser tan exageradamente cabezona? Pues no lo sé, pero esto me ha hecho recordar que no puedo tener fé en casi nadie. Así que, a partir de ahora no voy a seguir esperando, sino que yo también voy a ir por mi lado sin tener nada que ver con nadie. Así me ahorraré las largas tardes esperando una llamada o un mensaje.

En realidad me siento bastante imbécil por haber llegado a pensar que yo era alguien importante en la vida de otra persona. Pero me equivocaba, obviamente. Debí comprender que el tiempo causa estragos y cambia muchísimas cosas sobre las que, por mucho que yo quiera tener el control, no lo tengo. Se escapan a mi voluntad e intentar hacer que cambien por la fuerza sería una estupidez, porque eso sólo me haría engañarme más. Así pues, sólo me queda vivir, y dejar el tiempo pasar, para que se me olviden muchísimas cosas del pasado. No tendría que ser tan ilusa. Me hago ilusiones con nada, me dejo llevar por la emoción de sentir que soy especial para alguien... Y, normalmente, eso sólo me lleva a decepciones.

Al fin y al cabo, espero que esto me ayude a ver de una vez por todas no se puede volver atrás.

Y aún así me sigo preguntando por qué tienes que aparecer en mi vida siempre de improvisto y haciendo que mi mundo se tambalee ante tu sola presencia. Por qué me haces dudar de mis decisiones. Por qué agrietas el muro que rodea mi corazón. Por qué se me acelera el corazón si pienso en estar cerca de ti. No es justo. Y no tiene futuro.

No entiendo por qué sigo dándole vueltas a este mismo tema desde hace aproximadamente cinco años.

miércoles, 13 de julio de 2011

100

Yo sobreviviré,
no me preguntes cómo no lo sé.
El tiempo cura todo y va a ayudarme
a sentirme diferente...
A que pueda olvidarte,
aunque es un poco pronto.

Me quedo inmóvil aquí,
sin decir nada, sin poder aburrirme de ti.
Y eliminar cada momento que nos trajo el viento
y poder vivir...
como si no nos hubiéramos amado.

(Como si no nos hubiéramos amado, Laura Pausini)



La fortaleza para seguir.

El valor de la sinceridad.

La sensatez de conservar la compostura.

El recuerdo del dolor.

La cordura de la madurez.

El corazón controlado.


Las emociones bajo llave.

La Luna preciosa en el cielo.

La fortaleza para poder seguir adelante, tranquila.



Cada fallo, cada imprecisión, cada detalle, todo bajo control... (Mariposa, La Oreja de Van Gogh)

martes, 12 de julio de 2011

Un año después.

Mente en blanco. No lágrimas. No recuerdos. Fuera todo. Ya pasó y no volverá. Ya no existe. Se fue.

No pensar. No sentir. ¿Por qué es tan difícil? El corazón se revuelve de nuevo, haciendo sangrar las heridas. Es tan injusto...

Sé que no merece la pena. Pero no puedo controlar mi forma de ser. Soy estúpida por tener una mínima esperanza.

domingo, 10 de julio de 2011

Equilibrio.

Una vez más es verano. El calor asfixiante de Córdoba me agobia a ratos y trato de sofocarlo con un buen baño en la piscina. Resulta irónico, casi gracioso, comparar la situación de este día en este año con la del mismo día el año anterior. Todo, absolutamente todo ha cambiado. Hay cosas que me dan pena, otras que me son indiferentes y hay muchas otras de las que me alegro que hayan cambiado.

Muchas veces he dicho aquí que la vida no deja de cambiar, la mayoría de las veces sorprendiéndonos a nosotros mismos. Pero no hay nada que podamos hacer. En este mundo NADA ES PARA SIEMPRE. Antes esta afirmación me suponía casi un insulto, me hacía indignarme. Hoy es algo básico y elemental en mi vida. La asumo sin pesadumbre. Me lo creo. Porque lo tengo comprobado.

Aún así no me quejo de absolutamente nada. Sigo teniendo planes, aunque las cosas no me vayan del todo bien. Sigo teniendo ilusiones, aunque haya quien se empeñe en pisotearlas. Y sigo luchando, como siempre por caminar hacia delante y no hacia atrás. Valoro muchísimas cosas de las que la gran mayoría de la gente no es consciente. He descubierto lo mejor y lo peor del ser humano. Me estoy realizando como persona. Y me gusta. Me gusta mi camino, mi trayectoria. Está llena de dolor, sí. Pero yo aprendo a base de golpes (cosa que espero que cambie algún día porque sino acabará conmigo en algún momento).

A pesar de todo, digo claramente que estoy contenta y feliz de estar donde estoy y con quien estoy. Me ha costado muchísimo llegar a este punto de mediano equilibrio. Es cierto que, en ocasiones, me dejo llevar por sentimientos que no merecen la pena y tiran de mí hacia abajo, pero ahora ya soy más capaz de controlarlos. Tiene mucho que ver en esta sensación el hecho de estar en casa, en Posadas, y no en ese infierno en el que vivía en Puerto Real. Aunque el problema huyera, las paredes recuerdan y parecían gritar los acontecimientos sucedidos entre ellas. La verdad es que no tiene nada que ver con la paz, la tranquilidad y la protección que ahora siento en mi hogar. Y más aún, rodeada de mi familia.

Hay que aprender a tener un equilibrio entre cuerpo y mente. Y yo no lo tenía... hasta ahora que lo estoy trabajando. Para ello me han ayudado muchísimo el yoga, nadar todos los días mínimo media hora, salir a caminar una hora siempre que puedo... y, básicamente, no estar quieta, desganada y tirada en una cama.

En fin, que hay que tener ganas de vivir, ilusiones por las que luchar y muchas ansias de seguir aprendiendo. Todo en EQUILIBRIO. :)