domingo, 21 de octubre de 2012

Retos.

A veces nos gustaría que las cosas fueran más fáciles pero... si las cosas fueran más fáciles, ¿qué retos tendríamos día tras día? No nos quedaría nada por lo que luchar. El hecho de que las cosas no salgan como esperamos, o que aparezcan baches en el camino es lo que nos incita a superarnos, a trabajar, a darlo todo.

No quiero que me salgan las cosas bien. No quiero que me lo pongan fácil. Nunca me han puesto nada fácil. Si ahora lo hicieran, me decepcionaría porque no tendría que trabajar como siempre lo he hecho.

Soy demasiado perfeccionista, puede que incluso obsesiva. Y eso me genera estrés, pero, por otra parte, me gusta mi estrés, me gusta tener mil cosas que hacer. Me gusta superarme día tras día. Pero tengo que aprender a encontrar un equilibrio entre trabajo y diversión sin que ello genere estrés ni arrebatos de culpabilidad. Así que ese es mi nuevo reto: aprender a tener un equilibrio entre lo que es el tema de los estudios y encontrar ratitos para mí, para disfrutar y ser feliz.

¡¡¡A por ello!!!

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