Sé que desde fuera parece muy fácil decir "No te rayes" o "No te agobies" o puede que incluso haya quien te diga "Levántate y ponte a hacer cosas". Pero desde dentro, es muchísimo, infinitamente más difícil. Puede que el resto del mundo piense que eres idiota, que no merece la pena ni acercarse a ti. Y eso te hace sentir peor.
Todo esto es como un bucle que se repite una y otra vez, inevitablemente.
Lo peor es el hecho de tener la certeza de que se repetirá muchas más veces, tal vez durante el resto de tu vida. Y que no puedes controlarlo sola. Es una auténtica pesadilla. Una locura.
Cuando la medicación deja de hacer efecto y tienes que empezar una nueva, vuelven también las náuseas y el malestar generalizado. Es un verdadero asco.
También es horrible eso de no querer ni poder decirle nada a nadie porque no quieres liar más las cosas, porque no quieres preocupar a nadie. Y te sientes peor. Quieres estar sola y lo estás, claro que lo estás, porque eres incapaz de pedir ayuda. Así que te hundes poco a poco, cada vez más. Los demás no entienden nada de todo esto y se sienten frustrados y desconcertados por tu actitud. Entonces, es muy normal que se enfaden contigo, haciéndote sentir incluso peor todavía.
Y todo esto por una serie de sucesos que ocurren en algún momento de tu vida y te cambian para siempre.
No es justo.