domingo, 2 de octubre de 2011

Otoño.

- ¿Todavía me quieres?

- No.

Y, sin más, él se alejó, abatido. Pensó en todos los momentos que habían vivido juntos, en todos los besos que se habían regalado a escondidas, en lo que ella le hacía sentir cada vez que sonreía, en la sensación que le invadía cada vez que habían hecho el amor... Sacudió la cabeza, intentando asumir que se había acabado. Sin embargo, una voz en su interior le susurró que, tarde o temprano, volverían a estar juntos.

Por su parte, ella se quedó allí parada. La fría brisa otoñal acariciaba su pelo. En realidad no sabía lo que sentía, pero lo que sí tenía claro es que no quería saberlo. Le daba miedo volver a sentir algo por aquella persona que tanto daño le había hecho. Respiró hondo y se convenció de que era mejor así. Prevenir antes de tener que volver a sanar las profundas heridas en el corazón.

Los caminos debían separarse. Al menos, en el ámbito amoroso. Después, el destino diría. Por ahora, ya estaba bien.

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