martes, 31 de enero de 2012

No cabe en una vida mi gratitud...

lunes, 30 de enero de 2012

I miss you so much.


Son las 3:33 de la madrugada. Las lágrimas inundan mis ojos. ¿El motivo? Básicamente, echo de menos a mi familia. Echo de menos a mi madre, a mi padre, a mis hermanas, a mi abuela...

No puedo evitar llorar. Necesito sus cálidos abrazos, escuchar sus voces como despertador por las mañanas, los olores de mi hogar, el clima de Córdoba...

Llevo tres semanas aquí, casi un mes. Y está resultando exageradamente doloroso. Puede que tenga mucho que ver con el estrés y el agobio que implica la época de exámenes. Tal vez sea el miedo que tengo a fracasar ahora que por fin estoy tan cerca de hacer las cosas bien. O quizá sea simplemente que necesito un buen par de hostias psicológicas de esas que me da mi madre, me dejan totalmente K.O. y después puedo ver la luz y el camino adecuado.

También es que soy un poco masoquista. Estaba haciendo ahora un descanso y miraba fotos del primer año de Universidad (2008/2009) y de la primera vez que vinieron a visitarme mis padres a Cádiz. Los cambios. Los cambios en su aspecto son los que me han hecho romper a llorar como una niña pequeña. Las arrugas han arrasado sus jóvenes rostros. Mi abuela aparenta ahora tener 100 años cuando aún no ha llegado a los 80. Y me da miedo mirarme a mí misma, porque estoy segura de que esos cambios también han pasado por mí. Es cierto que me siento más madura, más adulta. No sé si es bueno o malo, pero en estos 4 años creo que he pasado por los momentos más duros de mi vida. Si salgo de esto (como creo que estoy haciéndolo) creo que podré afrontar todo lo que venga.

Pero esto no para. Todo es una serie de catastróficas desdichas... Quiero que todo vaya bien, que volvamos a ser felices, que se borren nuestras arrugas (físicas y psicológicas). Sólo quiero hacerlos felices... y lo que hago no me parece suficiente. Nunca.

Quedan menos de 6 horas para mi segundo examen de esta convocatoria y no puedo dormir. No estoy inquieta por el examen porque lo llevo muy bien... Pero no puedo dormir. Así que sólo me queda tomarme un Red Bull y estudiar los exámenes que me quedan esta semana.

Os echo mucho de menos, mamá, papá, abuela, Laura, Paula... Os quiero muchísimo.


sábado, 28 de enero de 2012

Hoy no.

Lo mismo hay un día que aprovechas al máximo y rindes un montón... que hay otro día (precisamente el siguiente) que no tiras de tu pellejo. Este es un breve resumen de mi día de ayer y del de hoy.

No sé si tendrá algo que ver el cielo nublado, la lluvia que caía tras mi ventana al amanecer (justo cuando yo me acostaba, por cierto), el frío este húmedo que te cala hasta los huesos, la soledad incoherente o el extrés pre-exámenes. Igual ha sido una mezcla de todo.

La cuestión es que el día de hoy ha sido gris. Gris como el acero. Triste como una despedida. Improductivo como las lágrimas.


A decir verdad, hoy solo me apetecía hacerme un ovillo en mi cama, taparme con la manta, apagar las luces y esperar a que pasara el tiempo, el miedo, el frío, el ansia, la melancolía.

Me dan mucho coraje los días que son así. No me gustan. Me hacen sentir inútil y eso me enfurece aún más (si cabe). Me lleno de rabia, de impotencia y a la vez de desgana. No puedo evitar decir "Me merezco un descanso". Que sí, que es verdad. Pero eso no significa que sea el mejor momento para tomármelo. Tal vez debiera sacudir la cabeza, apartar esos pensamientos lúgubres de mi mente, tomarme un café e intentar retomar mis sesiones de estudio. Lo he intentado, lo juro. Pero mi cabeza hoy no daba más de sí.

A eso de las 6 de la tarde he acabado tirándome en la cama, sollozando en silencio, dejándome llevar por pensamientos tristes, nostálgicos, e incluso oscuros. Me he tapado con una manta y he puesto la película de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, mientras trataba de no pensar en la cantidad ingente de cosas que comenzaban a acumularse en mi cabeza y que amenazaban con destruir mi (necesaria) estabilidad. Y así es como me ha visto mi compañera de piso cuando me ha dicho que ella estaba igual y que saliéramos aunque fuera a hacer la compra para despejarnos de este infierno.

Es que así son los días de estudio: un encierro permanente y agobiante en una habitación, entre cuatro paredes. Un intercambio constante entre un pijama y alguna ropa cómoda para estudiar y andar por casa. Da muchísimo que pensar en estos días. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué quiero conseguir con esto? ¿Merece la pena? Afortunadamente, tengo mis respuestas. Pero hay días como hoy en los que me fallan las fuerzas, me puede la añoranza y siento la incontenible necesidad de parar un poco el ritmo, de tomarme un descanso, de descargar tensión.

No sé si lo habré conseguido o no. Espero que mañana sea otro día totalmente distinto. Que sea uno de esos días no alegres, sino serios, responsables y centrados, en los que sólo puedo pensar en estudiar, en darlo todo de mí para ser la mejor. Que sea un día de esos en los que encuentras tiempo para hartarte de reír con unos amigos y para agobiarte y echarte a llorar por no tirarte de los pelos. Que sea uno de esos días en los que, a pesar de estar el cielo cubierto de nubes, hay algún momento en el que sale el Sol, ilumina tus apuntes y tus ojeras y sonríes para seguir adelante.

Tengo mucha fé en que mañana sea un día de esos... Porque hoy no. Hoy, definitivamente, no.

miércoles, 25 de enero de 2012

Tal vez...

Puede que tenga que ver con lo fácil que parecen las cosas cuando estás conmigo...

... O con lo fácil que es quererte...

La cuestión es que ya te echo de menos.

Off.

Encendió unas velas. Colocó la esterilla sobre el frío suelo. Cerró la ventana y la puerta. Y se sentó.

Cerró los ojos. Respiró hondo. Fue cerrando su mente al frío de la habitación, a la voz atenuada procedente de la habitación contigua, al olor procedente de las velas. Comenzó a sentir que flotaba, alejándose de allí lentamente.

Poco después, consiguió desconectar su mente, dejar de pensar. Se limitaba a existir. Exploraba temas relevantes, profundizando hasta límites que jamás había imaginado.

Desconectar resultó fácil.

Más doloroso fue regresar a la insoportable realidad.

sábado, 21 de enero de 2012

Latido.

¿Nunca has sentido que el corazón te latía tan fuerte y tan deprisa que parecía que te iba a estallar el pecho?

Eso sentía yo anoche sobre las dos y media de la madrugada.

jueves, 19 de enero de 2012

Apuntes y café, café y apuntes.

Dormirse a las 6 de la mañana con los apuntes, el portátil, el mp3, los libros, etc. en la cama... Esto es lo que toca desde hace una semana. Estudiar de noche, dormir de día. Aprovechar las tardes y beber muuucho café.

Estoy dispuesta a afrontar dos o tres semanas más de extrés, nervios, apuntes, café, música, gráficas, más apuntes, libros, bolígrafos acabados, lápices sin punta y más y más apuntes, con tal de que esta vez salga bien.

¿Qué son estos días de café y apuntes y apuntes y café en comparación con la satisfacción de aprobarlo todo? ¡¡Bah!!

martes, 17 de enero de 2012

Hand in my pocket.

I'm broke but I'm happy,
I'm poor but I'm kind,
I'm short but I'm healthy, yeah...
I'm high but I'm grounded,
I'm sane but I'm overwhelmed,
I'm lost but I'm hopeful baby...
What it all comes down to
is that everything's gonna be fine, fine, fine...
Cuz I've got one hand in my pocket
and the other one is giving a high five.
I feel drunk but I'm sober,
I'm young and I'm underpaid,
I'm tired but I'm working, yeah...
I care but I'm restless,
I'm here but I'm really gone,
I'm wrong and I'm sorry baby...
What it all comes down to
is that everything's gonna be quite alright...
Cuz I've got one hand in my pocket
and the other one is flicking a cigarette.
What it all comes down to
is that I haven't got it all figured out just yet...
Cuz I've got one hand in my pocket
and the other one is giving the peace sign.
I'm free but I'm focused,
I'm green but I'm wise,
I'm hard but I'm friendly baby...
I'm sad but I'm laughing,
I'm brave but I'm chicken shit,
I'm sick but I'm pretty baby...
What it all boils down to
is that no one's really got it figured out just yet...
Cuz I've got one hand in my pocket
and the other one is playing the piano.
What it all comes down to my friends
is that everything's just fine, fine, fine...
Cuz I've got one hand in my pocket
and the other one is hailing a taxi cab.

lunes, 16 de enero de 2012

Adelante.


No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante...
Y lo mejor siempre espera ADELANTE.
Un día después de la tormenta,
cuando menos piensas, sale el Sol...
(Shakira, Sale el Sol)

Hace un año.

Me ha hecho falta escuchar la canción "Fuckin' perfect" de Pink para darme cuenta de lo distinta que es la situación en comparación con el año pasado. Miro atrás y se me encoge el corazón de miedo. Gracias a Dios, salí de ese infierno. Tengo un nudo en el pecho mientras escucho la canción y me duele. La herida ha cerrado pero siempre queda la cicatriz. Y algunas cicatrices duelen y dolerán para siempre cuando se las toque en el lugar adecuado. Eso ha pasado ahora.

Verme ahora me enorgullece y me fortalece.

domingo, 15 de enero de 2012

Esta tarde...

... he estado escuchando canciones que me hacen suspirar.

Escuchaba L'inquietudine de Nek y recordaba las tardes de verano. También escuchaba Angeli nel ghetto, La vita e, Contromano... Y con cada canción se iba acelerando mi corazón, se relajaba mi alma y descansaba mi mente. Aparecía también en mi lista de reproducción Semplicemente de Zero Assoluto, y me he acordado del año pasado, cuando la utilizaba como refugio y era una de las pocas cosas que me hacía sentirme en armonía con el mundo. Cambia el tipo de música y el idioma... es el turno de las canciones de Backstreet Boys. Me recuerdan (especialmente las del CD Millenium) a cuando viajaba de pequeña con mis tíos para ir a un parque temático, o a cuando pasaba tardes en su casa con mis primas. Me dejo llevar por los recuerdos de una infancia ya lejana... Pero pronto vuelve a cambiar la dirección de mi lista de música al sonar las notas de la canción Clocks de Coldplay. Inundan mis oídos y siento como si estuviera volando sobre campos verdes bajo un cielo gris. Es como si sobrevolara Inglaterra... me recuerda a cómo se veía desde el avión que hace 6 años (aproximadamente) me llevó hasta Manchester. Oh, sí... es un deleita maravilloso escuchar su música. Poco después comienza a sonar mi canción favorita en el mundo entero: Fix you, del mismo grupo. La nostalgia me trae recuerdos de noches solitarias de verano, de las primeras noches sola en la casa de alquiler del año pasado, de lágrimas, de sonrisas tristes... Asiento y asumo cómo ha cambiado todo desde entonces. Dejo que, una vez más, las notas me inunden, penetren por los poros de mi ser, aceleren mis latidos hasta hacer que me duela el corazón... Hasta que esa sensación se desvanece lentamente con las últimas notas de esta maravillosa canción. Después de disfrutar de Yellow, llego hasta mi siguiente invitado en la lista de reproducción de esta tarde: James Blunt. Escucho atentamente Cry, sintiéndome arropada de repente como si tuviera un amigo invisible junto a mí, que me ofrece su hombro para llorar y para tomarme un pequeño descanso apoyada en él. Es bonito.

El resto de la lista es algo más variado: Chasing cars de Snowpatrol, Somewhere I belong de Linkin Park, Cry me a river de Justin Timberlake, ¿No podíamos ser agua? y Seis de Maldita Nerea, Show must go on de Queen, Radio de The Corrs, Human de The Killers... Parece que hoy me siento algo extranjera... Inglés, italiano... Pero no es así.

Lo primero que hay en esta lista de reproducción son todas las canciones del CD Más de Alejandro Sanz. Mientras escuchaba cada melodía, cada palabra de cada canción de este CD, la nostalgia de mi niñez y mi adolescencia me aprieta el corazón como un puño helado. Recuerdo fácilmente la primera vez que escuché estas canciones y sonrío, anhelando volver a aquellos días, cuando yo tan sólo tenía 7 años y me enamoré de Alejandro Sanz, de su voz, de sus canciones... No sólo aparece Alejandro Sanz, también está por aquí Rosana con Llegaremos a tiempo, y La Oreja de Van Gogh con algunas de sus primeras canciones que también me hacen sentir un poco nostálgica.

A pesar de lo que pueda parecer, no estoy triste hoy. Simplemente me apetecía un poco de tranquilidad, de relajación, para poder concentrarme mejor para poder estudiar. Y ha dado sus frutos: he avanzado muchísimo en mi sesión de estudio de hoy.

Supongo que, a estas horas de la noche, me apetecía compartirlo con alguien.

jueves, 12 de enero de 2012

Fly.

Le sentía como una suave brisa de verano junto a mí. Era un niño muy pequeño pero demasiado sabio. Recordaba al caso de Benjamin Button. Sonreía y mostraba unos dientes blanquísimos. Sus mejillas estaban a menudo sonrosadas. Su pelo, despeinado.

Tenía toda la vida por delante. Y lo sabía.

Era como un pájaro... no tenía miedo a volar.

martes, 10 de enero de 2012

Rutinas.

La vuelta a la rutina resulta más fácil de lo esperado. Pensaba que me costaría mucho más, que echaría de menos mi hogar, mi familia... Pero ha sido increíblemente sencillo desconectar de todo y centrarme en mi próximo objetivo: los exámenes de Febrero.

No ha sido fácil afrontar todo lo sucedido en Navidad. Ha habido cosas muy buenas y agradables y cosas horribles e insoportables. En definitiva, acabé deseando huir con todas mis fuerzas y aislarme en un mundo paralelo en el que no me afectaran tantas cosas que me hacen tambalearme en mi frágil equilibrio. Por otra parte, sentía que mi lugar estaba allí, que debía quedarme, que quería quedarme. Estaba tremendamente confundida. No sabía qué hacer ni qué sentir.

Ahora estoy aquí, a 260 km de casa, con mis dos compañeras de piso, estudiando como una loca para conseguir mis propósitos. Me siento liberada, como si me hubieran quitado una cantidad enorme de pesadas cadenas que me estaban ahogando poco a poco. Tengo una nueva cadena: los estudios. Pero este peso no es nada comparado con todo lo anterior.

Me siento un poco más fuerte, algo más segura y bastante capaz de llegar hasta el fin. Sólo necesito tiempo para encontrarme a mí misma, quererme y conseguir esa confianza que tanto necesito para afrontar lo que se avecine.

Por ahora, me siento estable en mi rutina estudiantil.

jueves, 5 de enero de 2012

No quedan lágrimas.

Casi había olvidado lo que se sentía cuando no puedes llorar porque las lágrimas no expresan una mínima parte de lo mal que te sientes...

Ya me lo has recordado. Y no sé si agradecértelo o mandarte a la mierda y echar a correr para huir de este infierno.

La cuestión es que creo que, por hoy ya me he quedado sin lágrimas. ¿Qué te parece? Porque no puedo asquearme más de mí misma ni darme más puta pena.

lunes, 2 de enero de 2012

Hola 2012.

Es el segundo año que consigo empezar sin llorar. ¿Será una señal de madurez? ¿O quizá de indiferencia? No lo tengo claro. La cuestión es que este año 2012 ha comenzado lleno de sonrisas, de felicidad, de cariño, de esperanza y de muchas cosas más.

Anoche fue magnífica tanto la cena como la celebración posterior para dar la bienvenida al nuevo año.

Quería aprovechar para decir que he comenzado el año unida sentimentalmente a alguien que, desde hace ya muchos años, ha sido muy importante en mi vida, incluso imprescindible muchas veces. El nuestro no ha sido un camino fácil de recorrer, nuestras dificultades han sido muchas, nuestras risas y nuestras lágrimas abundan por igual, la confianza que se ha forjado entre nosotros en estos siete u ocho años es lo que hoy nos hace mantener una relación sólida. El hecho de que estemos juntos, es algo totalmente descabellado, insoportable, incluso asqueroso para mucha gente. Me da igual. Quien me quiere, querrá también mi felicidad. Él forma parte de mi vida y de mi felicidad. Con cada cálido abrazo y cada beso que me regala, me hace ver que el mundo es un sitio más bonito. Sin él, mi vida pierde su belleza y sentido. Obviamente, él no lo es todo. Pero sí una parte muy importante. Es también una fuente de sensatez y apoyo. Es una fuente inagotable de sueños, de fuerza y de amor para mí. Le quiero. Le amo. Y nos queda un largo camino por recorrer juntos.

Este año nos faltaba alguien. Una persona muy especial, muy importante. Todas las navidades nos hacía el postre, que consistía en unas deliciosas manzanas asadas... Este año, pasé los días previos a la Nochebuena y a la Nochevieja esperando su llamada (que en el fondo de mi corazón sabía que nunca llegaría) para contarme cómo iban las manzanas, para que fuera a recogerlas, para preguntar a qué hora cenaríamos... En fin. No podía dejar de dar la bienvenida al 2012 sin dedicarle parte de esta entrada. Ella sabe, esté donde esté, que la echo de menos, que me sigue doliendo el corazón por su ausencia. Y que siempre me acompaña su esencia.

A todas las personas que me leéis desde cualquier parte de este diminuto mundo, os quiero desear un muy feliz 2012. Espero que este año esté lleno de salud, dinero, amor, esperanzas, ilusiones y sueños que os alienten en el largo camino que nos quede por recorrer en este año 2012.

Desde el fondo de mi corazón, gracias por leerme y apoyarme. Un saludo especial a Mariela, con todo mi cariño, por supuesto.

No intentéis ser felices... haced felices a los que amáis. Esa es la mayor felicidad.