Le sentía como una suave brisa de verano junto a mí. Era un niño muy pequeño pero demasiado sabio. Recordaba al caso de Benjamin Button. Sonreía y mostraba unos dientes blanquísimos. Sus mejillas estaban a menudo sonrosadas. Su pelo, despeinado.
Tenía toda la vida por delante. Y lo sabía.
Era como un pájaro... no tenía miedo a volar.
Hay que ser asi! vivir como viven los sin miedo!...♥
ResponderEliminarA veces hay que volver a ser un poco niño... :)
ResponderEliminar