Tras lo redactado estos dos días atrás, poco me queda que contar. Simplemente me apetece gritar a los cuatro vientos que adoro Granada, que no me quería ir para nada, que ya estoy echando de menos a Paula y a mamá, que... Que me aterra no ser capaz de llevar el timón de mi vida, mis emociones y mis sentimientos. Pero seguiré intentándolo mientras me queden fuerzas y ganas.
Desde hoy, contaré los días hasta volver a ver a mis dos pseudo-granadinas, hasta poder perderme de nuevo entre la vegetación que rodea la Alhambra, hasta que sea posible caminar de nuevo por las calles de Granada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario