viernes, 7 de octubre de 2011

Granada. Parte I.

Vivir de espaldas al mundo nunca es bueno.

Hoy me he dado cuenta de que necesitaba llorar, estar con mi mamá, ver a Paula... Y me he dado cuenta también de que todo es real. Jodidamente real. Todo esto está pasando de verdad.

Y me he venido abajo, he empezado a llorar sin poder parar y, después de mucho tiempo... he sentido verdadero miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario