viernes, 21 de octubre de 2011

Refugios.

A veces, siento tantísima frustración que creo que de un momento a otro estallaré en mil pedazos profiriendo un grito terrible, lleno de energía que se irá desvaneciendo lentamente.

Pero es algo que nunca sucede y, como lo sé, pues tengo que buscar dónde esconderme en esos momentos. Dependiendo de la situación, hago unas cosas u otras. Por ejemplo:

- Algunos días, me tiro en la cama y me meto bajo un montón de mantas.
- Otros días, golpeo la almohada con fuerza mientras las lágrimas se escapan de mis ojos enrojecidos.
- En algunas ocasiones, me pongo a limpiar, a ordenar, etc. para intentar no pensar más.
- Y en días como hoy, me pongo música de 30 Seconds To Mars en vivo y a todo volumen para sentir esa energía que desprenden en concierto, absorberla y sentir que ellos gritan por mí.

Y eso hago ahora mismo. Gritando a todo pulmón interiormente. Ansiando correr hacia ninguna parte. Deseando golpear algo hasta destrozarlo.

Es un día horrible... y lo peor es que aún no ha acabado.

Si sentís lo mismo, os dejo el concierto que estoy viendo. Quizás os ayude.

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