Pero es algo que nunca sucede y, como lo sé, pues tengo que buscar dónde esconderme en esos momentos. Dependiendo de la situación, hago unas cosas u otras. Por ejemplo:
- Algunos días, me tiro en la cama y me meto bajo un montón de mantas.
- Otros días, golpeo la almohada con fuerza mientras las lágrimas se escapan de mis ojos enrojecidos.
- En algunas ocasiones, me pongo a limpiar, a ordenar, etc. para intentar no pensar más.
- Y en días como hoy, me pongo música de 30 Seconds To Mars en vivo y a todo volumen para sentir esa energía que desprenden en concierto, absorberla y sentir que ellos gritan por mí.
Y eso hago ahora mismo. Gritando a todo pulmón interiormente. Ansiando correr hacia ninguna parte. Deseando golpear algo hasta destrozarlo.
Es un día horrible... y lo peor es que aún no ha acabado.
Si sentís lo mismo, os dejo el concierto que estoy viendo. Quizás os ayude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario