Sin embargo, hay días en los que es mejor no tener tiempo libre para pararse a pensar. Sinceramente, después del bajón de esta tarde-noche, prefiero mil veces más estar hiperactiva y sin tener tiempo para nada, que poder pararme a pensar en todo lo que está pasando, en todo lo que estoy haciendo.
Reconozco que soy un poco (bastante) desastre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario