miércoles, 11 de julio de 2012

Náuseas.

Y la verdad es que tanto empalagosismo me cansa, me asquea y me produce unas nauseas casi insoportables. ¿Cómo se puede ser taaaaan pesado y taaaaan pesada? Con razón estáis juntos. Ahora lo entiendo todo. Bueno, no. Pero sí una gran parte de lo que ocurrió.

Me consuela el hecho de que, probablemente, no durará mucho. O eso espero, porque sino... ¡¡qué triste!!

No estoy celosa, aunque quizás un poco triste porque no supiste conservarme. Nada más. Aunque también está el hecho de no querer cruzarme contigo por la calle. No porque me vaya a doler, sino porque no estoy segura de poder controlar los dos impulsos posibles: 1- Vomitar y 2 - Abofetearte.

Después de esta descarga de mala leche y asqueo supremo, creo que me voy a dormir.

¡¡A tomar por culo el mundo!!

1 comentario:

  1. Quieres dejar de pensar en el impresentable, la paciencia y en este caso la indiferencia es la madre de toda esta ciencia y no hay nada más duro para el que quiere hacer daño que el olvido....
    Pasa ya, coño!Cada recuerdo y cada referencia le hace más fuerte....Pasa página de una vez por todas.

    ResponderEliminar