jueves, 24 de junio de 2010

Voy a por todas.

Noche de San Juan. Noche mágica. Mentira. No lo es. Para mí no. Quizás sí lo sea para todos aquellos que han terminado sus exámenes y estén ya de vacaciones. No es mi caso. Yo estaré hasta altas horas de la mañana sin dormir y sin parar de estudiar ni un sólo segundo cuando apague dentro de unos minutos el ordenador.

Estoy muy frustrada. Estoy muy cansada física y psicológicamente. Así no se puede más. Me estoy dando cuenta de que no puedo dar más de mí, de que estoy harta de todo y de que todo me salga mal. No sé qué he hecho para merecer todo lo que me está pasando, pero debe de ser algo muy malo. Porque el castigo me está destrozando poco a poco. Si ya recibí varios golpes duros y despiadados el verano pasado, en estos últimos meses la situación me está recordando a aquellos fatídicos meses. ¿Cuántas veces he repetido que no quiero volver a aquello? Muchísimas. Miles. Para nada. Me siento como entonces.

Esta vez es algo distinto. Tengo a más gente pendiente de mí, apoyándome, animándome, dándome todo su cariño y apostando por mí. ¿Por qué? ¿Por qué hay gente que confía de esa manera en mí, que tira de mí hacia arriba para evitar que me ahogue en mis propios pensamientos? Es increíble. Pero, sin embargo, no me hallo. no sé que hacer. Estoy volviéndome loca completamente.

Puedo intentar explicarlo. Lo que siento es la pesada y asfixiante decepción de haber luchado incansablemente por algo y no obtener el resultado esperado. Es esa sensación de haberlo dado todo, de haberte olvidado incluso de tí misma con tal de dedicar el máximo de tiempo a una cosa, aunque te estés muriendo del cansancio y la apatía, y no haber logrado nada. Creo que estoy en un punto muerto. No avanzo. No veo el camino. Sé lo que tengo que hacer, pero me siento pequeña, insignificante, estúpida e incapaz. Da igual lo que los demás digan, porque yo me conozco y estoy sufriendo al ser consciente de lo estúpida que fui al pensar que podía con todo y con más, al convencerme de que superaría con creces mis expectativas.

Jamás en mi vida he luchado por nada, hasta ahora. Lo que estoy haciendo me ha costado mucho tiempo, muchos amigos y conocidos, mucho sacrificio. Y está siendo para nada. No puedo estar más decepcionada conmigo misma. Creía que valía más, que podía hacerlo. Que si ponía todo mi corazón en ello, lo lograría. Pero no. Siempre pasa algo que me hace sentir así. Y no sé que hacer. Me he perdido algo y no entiendo nada. No entiendo por qué a mí no me puede tocar un poquito de suerte, un poquito nada más, lo justo para poder superar esto un poco. Y aún queda lo peor.

8 es a partir de hoy un número horrible. Es el número que puede lapidar mi verano y mis tan merecidas vacaciones. Parece ser que no merezco nada, ni tan siquiera un descanso. Estoy harta. No puedo más. Me esfuerzo mil veces más que algunas personas y éstas consiguen sacar esto adelante y yo no. ¿Por qué? Creo que me lo merezco, que merezco una alegría de vez en cuando. Que necesito un empujoncito de ánimo con algún p*** aprobado. Ya vale de que todo el mundo tenga suerte menos yo, ¿no? Pero es que no dejo de preguntarme ¿por qué?

Me siento tan mal conmigo misma, que no dejo de machacarme psicológicamente. Yo misma me castigo. No hace falta que nadie más me diga nada. Ya estoy suficientemente apaleada. Si por mí fuera, ahora mismo pasaba de hacer más exámenes, lo mandaría todo al carajo y me tiraba en una cama a dejarme morir...

Pero hay más. Mucho más. Hay mil cosas por las que seguir luchando y una de ellas es esta mierda que me está ahogando ahora mismo. Quiero conseguirlo. La gente puede, ¿por qué yo no? Claro que puedo. Ya vale de mala suerte. Mi suerte la decido YO. Simplemente me he equivocado. No dejo de equivocarme. Y estoy cansada de tropezar siempre con piedras que se ven a mil kilómetros a la redonda. Se acabó.

Esta noche me estudio todos los temas de Oceanografía Química aunque me muera del aburrimiento, del cansancio, del dolor de cabeza, de la apatía, del asco, de la decepción, de lo que sea. Ya estoy harta de jugármelo todo al caballo equivocado. Voy a apostar por mí. Lo voy a conseguir. Y si no es ahora, en septiembre será. Porque puedo. Porque de verdad quiero lograrlo. Porque está siendo el primer reto de mi vida. Porque me veo capacitada para ello.

Voy a por todas.

2 comentarios:

  1. Puedes, por supuesto que puedes,date un margen, respira y sigue.Tú sabes donde está la meta, lo importante es llegar.
    Siempre he pensado "lo que no me mata, me hace más fuerte"Tu cada dia eres mas fuerte,no decaigas.
    UN ABRAZZO MUY MUY APRETAO

    ResponderEliminar
  2. Estoy tan perdida... No sé que voy a hacer...

    ResponderEliminar