domingo, 26 de febrero de 2012

Como un martillo en la pared.


Como un disparo por la espalda...

Había pensado en dedicar una entrada de este blog al conciertazo de Amaral en Granada el pasado 24/02/2012. Lo iba a hacer ayer, pero no me salían las palabras. Aún así, lo intentaré hoy:

Se apagaron las luces, la gente estaba expectante. se oían gritos y chillidos ansiosos y emocionados por doquier. Miré a Isa y miré a Paula. Ellas me devolvieron la mirada. Estaba empezando a sentir ese pellizco en el pecho que me surge cuando tengo la sensación de que voy a presenciar algo increíble, importante para mí.

Salen los músicos y empiezan a iluminar algunos focos. Sale al escenario Juan... y después Eva, que sonríe exultante. Mi corazón se empieza a acelerar. Comienzan a sonar las notas de "Hacia lo salvaje", primera canción del disco y single de presentación. Sin querer, mis ojos se llenan de lágrimas de emoción. He escuchado tantas y tantas veces esa canción, ese disco, que no me puedo creer que esté viendo a Eva cantar en directo. El nudo de mi pecho se extiende hasta la garganta. Está ahí, a menos de 20 metros de mí. Cantando las canciones que me sé de memoria. Transmitiéndome esa energía, esa vida, esa emoción contenida que me atraviesan en forma de ondas de sonido. Cada nota, cada verso adquieren un sentido incluso más profundo del que ya tenían antes. Hay frases que me ponen la piel de gallina al ser consciente de lo mucho que me siento identificada con ellas. Y así una, y otra, y otra, y otra canción. Durante casi 2 horas y media. Increíble.

Entre las 12 canciones de "Hacia lo salvaje" aparecen grandes éxitos como "Las puertas del infierno", "Moriría por vos", "Estrella de mar", "Resurrección" o "En sólo un segundo". También "El universo sobre mí", con armónica incluida.

Hacía más de 4 años que no sentía esta explosión en el pecho, esta forma de disfrutar de la música... Hacía más de 4 años que no lloraba por sentir esta emoción tan enorme. Que no gritaba, saltaba, cantaba a voces hasta quedar afónica, escuchaba y observaba admirada a un cantante. Fue increíble.

He estado pensando y he llegado a la conclusión de que, aparte de mi especial forma de sentir la música, el hecho de ir a un concierto de este tipo cada 3 años hace que ese momento sea aún más especial.

El día 24 de Febrero de 2012, pasadas las 22.00 h, mi mundo se paró. Se detuvo en el Palacio de Congresos de Granada. Me olvidé de todos los problemas, me dejé llevar, me desahogué como hacía muchísimo tiempo que no lo hacía, viví un momento mágico y lleno de sentido. ¡¡Incluso llegué a tocar a Eva Amaral!!

La verdad es que soy fan del grupo Amaral desde el año 2000 aproximadamente, pero desde el viernes, he establecido una conexión aún más estrecha y especial (si es que eso es posible).

Sólo puedo dar las gracias. Gracias a mis padres por privarse ellos de varias cosas para poder pagarnos las entradas a Paula y a mí. Gracias a Isa por acompañarme en un momento tan mágico y compartir la emoción, los gritos, las canciones, las miradas ilusionadas al escuchar una canción que nos gustaba especialmente. Gracias a Migue por vernos por fin después de ¿6 años? Fue genial. Y, por último, y sobretodo, gracias a Eva, a Juan y a todo su equipo por hacerme disfrutar de este increíble concierto.



Jamás lo olvidaré.

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