jueves, 17 de marzo de 2011

Por un mundo mejor.



Una canción puede unir a miles de personas en el mundo cada vez que una de ellas la interpreta con su voz o con un instrumento. De esta forma se demuestra que desde el presidente de los Estados Unidos hasta el indigente que hay en la calle, todos somos iguales.

Hoy, viendo las noticias, me preguntaba desesperada por qué me ha tocado vivir en estos tiempos. Puede que penséis que estoy loca por pensar eso, ya que vivo en un país donde relativamente no hay miseria, tengo una casa donde vivir (buen, dos en realidad), tengo dinero para sobrevivir, tengo comida y agua... Sí. Es cierto. Pero es que no estoy sola en el mundo. Millones de seres humanos, animales, plantas y miles de millones de otros organismos comparten este planeta conmigo. Y no puedo apartar la vista de las catástrofes que azotan el mundo. ¿Qué catástrofes? Pues las que hay a pares y se apoderan día tras día de las noticias que vemos por la tele, leemos en el periódico o escuchamos por la radio: centrales nucleares que están a punto de explotar y acabar con un país entero, políticos corruptos, huracanes, terremotos, inundaciones, tsunamis, desigualdad en las riquezas y en el desarrollo de los países del mundo, hombres que matan a la mujer con la que un día decidieron compartir el resto de su vida, manifestantes masacrados por defender una ideología y la necesidad de cambio político, niños obesos... Podría seguir diciendo muchísimas cosas más, pero creo que con eso basta para que comprendáis mi pesimismo al mirar a mi amplio alrededor.

El mundo está cambiando, puede ser. Pero, según mi humilde criterio, cambia día tras día para ir a peor. A mí, ahora mismo me da miedo pensar en tener hijos en un futuro. ¿Por qué? Porque yo no quiero que vivan en un mundo así. No puedo imaginarme lo que sufriría si se empezasen a drogar a los 12 o los 15 años. No quiero hacerme una idea de lo que supondría para mí que mi hija se quedase embarazada a los 16 años y se negase a abortar. No intuyo qué haría yo si mi país estuviera infectado de residuos nucleares o de cualquier otra arma que los países inventen en el futuro para matarse unos a otros y arrastrarnos a todos en esa ola devastadora de muerte.

Ya vale, ¿no? Por favor, por favor se lo ruego a todo el que esté capacitado para que cambie esto. Por favor: dejad de destruir la vida.

Muchas veces quisiera vivir formando parte de una tribu indígena o de alguna remota aldea de África. Me gustaría formar parte de una comunidad en la que todos estuvieran unidos y supieran valorar la naturaleza y la vida. Ojalá pudiera hacer algo para que los demás se concienciaran de esto que yo veo tan claro. Yo renunciaría por completo a mi vida de ahora y dejaría de utilizar luz eléctrica, gas natural, agua caliente, portátil, móvil, coches... Me da igual. Sería capaz de eso si así puedo asegurar que mis hijos y los hijos de mis hijos vivirán en un mundo mejor.

Por favor, vamos a parar esto. Pero tenemos que hacerlo juntos.

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