martes, 28 de septiembre de 2010

Atardecer.


A veces me peleo conmigo misma. Sí, en serio. Y me siento tremendamente imbécil.

Me pongo a pensar sobre mi situación y tengo la seguridad de que me fatla algo. Lo peor es que no sé qué es. Podría definirse metafóricamente como la sensación que experimentas cuando andas solo por las infinitas, oscuras y sombrías calles de una ciudad desierta en la noche. Sin nada a tu alrededor aparte de tu soledad. No sé. Es extraño. Me apetece hacer cosas, pero no tengo con quién compartirlas en realidad. Me apetece besar, abrazar, mirar a los ojos y sonreír. ¿Tan difícil es no tener pareja o alguien así? ¿Tan cruel resulta la remota posibilidad de tenerlo y que esté a 216 km de ti? Pues sí. ¡Y tanto!

Cuando beso a alguien es como si le diese un trocito de mí, una parte infinitesimal de mi corazón. Pero lo doy. Es algo especial. Y sé que si quisiera, quizás no tendría nada más que irme de fiesta un fin de semana, emborracharme al máximo y buscar algunos labios desconocidos que sacien mi sed. Pero no. Es demasiado... demasiado.... ¿cómo decirlo? Demasiado frío. Necesito sentir. Necesito tener la certeza de que mi corazón late. Necesito calor, cariño, apoyo. Es raro. Nunca pensé que era tan dependiente del amor para vivir. Y eso que siempre me he considerado una romántica empedernida. Una chica completamente normal pero enamorada por completo del mismísimo amor. Creo que idealizo demasiado a la persona que debiera ser mi compañero en esta vida, pero no puedo evitarlo. Es lo que suele pasar cuando una se pasa toda su infancia y parte de su adolescencia viendo películas de Disney. Siempre quise ser princesa. Menuda tontería, pensaréis. Pues no. Me hacía (y me hace) ilusión. A ver, por algo se suele decir eso de que "de ilusiones también se vive". Pues ya está.

¿Qué es lo peor de todo esto? Pues que cuando llegas al tercer grado de tristeza (es decir, cuando no encuentras nada por lo que moverte de la cama cada mañana y aunque sonrías, estás roto por dentro; y lo único que te ayuda a seguir adelante es pensar que todo lo malo acaba por pasar y alejarse de ti una temporada), sientes más necesidad que nunca de estar con alguien. La cama te parece demasiado vacía, sientes envidia hacia otras personas que disfrutan de esa felicidad que tú no tienes, odias cada gesto de amor que se profesa la gente, no soportas la luz del Sol porque es demasiado bonita quizás y contrasta demasiado con las sombras de tu propia alma. Sí, señores, esto es lo que hay en mí. Joder, qué triste. ¡Y que lo digan!

Sé que me arrepentiré de decir esto pero: estoy deseando de que empiecen las clases de una vez por todas. ¿Por qué? Porque así tengo menos tiempo para pensar y más tiempo para trabajar, hacer algo por mi vida y sentirme mejor conmigo misma.

Es difícil empezar de cero, pero siento que es lo que debo hacer. Lo que toca hacer, vamos. Y cuesta, creedme que cuesta casi la misma vida. Intentas organizarlo todo, estar preparada para lo que sea que tenga que venir. Pero, aún así, sientes un miedo terrible a que no salga bien. Otra vez. Mierda. Es que es imposible dejar de tener miedo, según parece. ¿Mi peor miedo? ¡Uf, tengo muchísimos! Pero los peores quizás sean el miedo al fracaso, el miedo al ridículo, el miedo a decepcionar a las personas que quiero y, por supuesto, el miedo a estar sola. No son miedos exclusivamente míos, que conste. Son miedos que suele tener la mayoría gente, creo. Este ser humano... ¿A dónde vamos a llegar? Al fracaso, y lo digo yo que no soy profeta.

Hay momentos en esta vida en los que dejamos de ver lo bello de las cosas. Sí. Nos sentamos frente a una ventana y vemos atardecer, pero no se nos mueve nada por dentro, es decir, no apreciamos nada que nos impresione o nos conmueva. O quizás presenciemos un gesto de cariño entre dos personas y más que ternura o emoción, puede que nos provoque una especie de repulsión. Y no es malo, pero tampoco bueno. Es simplemente lo que inevitablemente sentimos. Y sé que es terrible. Creo que se debe a que nosotros mismos nos cegamos, sacando lo más oscuro que tengamos por dentro, sólo lo peor de lo peor. Aún así, espero que no sea el primer paso para una depresión.

Creo que tengo que salir de esta situación. Mañana me dirigiré a la enorme cama que tengo para mí sola, cerraré la puerta de la habitación, y me sentaré a ver el atardecer. Contemplaré el cielo tiñiéndose de tonos anaranjados, violetas y, finalmente, añiles. Voy a hacer un balance de mis impresiones sobre la última semana y dejaré que la sinceridad fluya por mis dedos hasta un lápiz que los describa sobre el papel, o estas teclas que lo describan en mi pobre (y hecho polvo) portátil.

Al fin y al cabo, mañana vuelve a amanecer y será otro día. Afortunadamente.

6 comentarios:

  1. No dejes que las luces de fuera te impidan ver lo que realmente hay dentro de tí.
    No seas tan exigente con tus sentimientos, date tiempo, cuidate.....mimate....hazte fuerte, confía en tí.
    Cuando aprendas a amarte dejarás de sentirte sola.
    Te quiero

    ResponderEliminar
  2. Demasiadas sombras me rodean inevitablemente...

    ResponderEliminar
  3. No permitas que las sombras te atenazen,miralas de frente, intenta definirlas, se fuerte y enfrentalas, no permitas que se adueñen de tí.
    Cabeza fria y corazón caliente.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Lo siento pero NO TIENES MOTIVOS, deberías mirar hacia atrás, no eres el ombligo del mundo.
    Te avergonzarías si escucharas por lo que están pasando otras personas y siguen luchando, luchando por vivir,por seguir respirando.Claro en su obstinada lucha por sobrevivir, no queda espacio ni tiempo para mirarse al espejo, ni para rendirse a la autocompasión. Lucha,persigue y atrapa tus sueños, no mires atrás, sortea los obstaculos y no permitas que estos frenen tu paso.Lo siento quizá no sea esto lo que quieres escuchar, pero creo que es lo que necesitas.
    Estoy a tu lado y te quiero

    ResponderEliminar
  5. Es cierto, lo necesitaba.
    Gracias.
    Como siempre, dos hostias a tiempo hacen milagros conmigo, sobretodo si proceden de ti.
    ¿Sabes que yo también te quiero? :)

    ResponderEliminar