martes, 20 de septiembre de 2011

Ted y Barney.

Los últimos días han sido muy extraños. Por momentos, creo que me estoy volviendo loca.

He pasado la tarde descansando del intenso fin de semana, viendo capítulos de "Cómo conocí a vuestra madre". Me he dado cuenta de que el personaje de Ted me gusta mucho. Me van los tíos despistados, divertidos, un poco lanzados, desastres y sobre todo tan dulces. Ted tiene un fondo romántico que me encanta. Cuando en el capítulo 13 de la temporada 3 (Diez sesiones), enamora a su médica en una cita de dos minutos... se me cae la baba. En dos minutos, organiza una cita mejor que cualquiera de las que yo he tenido en mi vida. Es super romántico y, a pesar de ser tan patoso con las chicas, merece mucho la pena.

Sin embargo, y en contraposición, encontramos a Barney. Estará eternamente enamorado de Robin, pero su exagerado ego y su instinto sexual incontrolable, imposibilitan que lo demuestre más claramente. Barney es un tío que vive por y para el sexo. Es extremadamente descarado, liberal, atractivo y tiene un toque interesante capaz de volver loca a cualquier mujer. Me gusta muchísimo también. Quiero un Barney Stinson en mi vida cuanto antes.

Hace tiempo que decía yo que tenía dos partes: dulce y picante. Ted explotaría mi parte dulce y romántica. Y Barney sacaría a relucir mi parte más picante. Sería perfecto reunirlos a ambos en una sola persona. Pero son personajes ficticios y jamás podré llevar a cabo ese sueño.

Es extraño, pero llevo dos días ansiando explotar esas dos partes de mí. Tengo momentos de romanticismo intenso y otros básicamente centrados en el sexo. Es algo muy raro, pero me encanta. Tal vez antes no fuera tan consciente de estas dos caras.

Pero ahora sí.

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