jueves, 22 de marzo de 2012

De repente se sintió muy triste y muy sola. Abrumada y ahogada por cuatro paredes que amenazaban con cernirse sobre ella hasta escuchar su último suspiro. Se acurrucó sobre sí misma y se dejó llevar por el agotamiento físico y psicológico de las dos últimas semanas... Era hora de descansar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario