Mientras el mundo sigue girando a su ritmo y la gente continua su camino, cada uno con sus problemas (en su mayoría banales); yo he dado el gran paso de retomar el ejercicio físico después de 4 años. He ido al gimnasio y he estado allí durante casi dos horas. Eso sí: seguida de cerca por un encantador monitor, que me ha ido guiando en este primer día de ejercicios.
Además, esta tarde he encontrado el momento para visitar a una amiga a la que tenía un poco abandonada, contarle mi vida y escuchar la suya. Ha sido bastante... revitalizante. Me ha hecho sentirme nuevamente parte del mundo. También he hecho planes para este fin de semana: salir a caminar el viernes por el pinar hasta llegar a la playa (son unos 6 Km, creo recordar), ir el sábado a la playa con unos amigos y aprovechar el domingo para descansar, cuidarme y estudiar.
Me siento viva, feliz, completa. Siento que de nuevo soy yo y sólo yo quien lleva las riendas de mi vida. Siento que tengo el control, el poder. Y me gusta. Estoy asistiendo a clase, estudiando regularmente, yendo al gimnasio, siguiendo una dieta equilibrada... ¡¡No hay quién me reconozca!! Bueno sí. De hecho: esta soy yo. Atrevida, emprendedora, responsable, alegre, encantadora, decidida, algo temeraria e impulsiva...
Sí, hoy me encanto a mí misma. Me adoro. Y me quiero. Y esto es algo que echaba
infinitamente de menos.
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