domingo, 30 de mayo de 2010

Echar de menos.

Todo el mundo echa de menos algo o a alguien... Es algo inevitable. Se puede echar de menos a una persona y a cosas relacionadas con esa persona (todo a la vez). Se puede echar de menos un momento, un segundo, una mirada, un gesto, una canción, unas paredes, unas sábanas, una respiración, un suspiro, un olor... ¿Véis? Hay miles de cosas que se echan de menos a lo largo de la vida. Normalmente son cosas que perdemos y no podemos recuperar. Suelen ser de momentos que fueron especiales o que nos hicieron enormemente felices. Pero se fueron y sabemos que no volverán.

Uno/a rehace su vida, vuelve a ser feliz. Pero, sin embargo, siempre nos quedará ese vacío de haber perdido eso tan valioso. Esos momentos. Supongo que algunas noches que no conciliemos el sueño, no podremos evitar pensar en ello y arrepentirnos de cosas que hicimos o cosas que no hicimos (más de las segundas, normalmente). El hecho de pensar en ello, no significa que no seamos felices, no. Es sólo que son cosas que pudieron marcar nuestra vida, nuestra actitud, nuestra personalidad. Es sólo que la nostalgia existe (por suerte o por desgracia) y nos hace pasar por esos difíciles momentos en los que pensamos "¿Qué hubiera pasado si...?" "¿Qué pasaría si ahora yo...?". Pero no hay vuelta atrás, ya ha cambiado todo, hemos cambiado todos y nada es como antes, por eso es inútil (aunque inevitable) darle más vueltas. Aún así lo hacemos. Y lo seguiremos haciendo. Y lo seguiré haciendo.

¿Yo? Puedo echar de menos muchas cosas. Una melodía, el último abrazo, las noches mágicas, cada esbozo de tu risa, tu mirada rebosante de amor y promesas, la niebla que tenía a veces tus preciosos ojos de decepción, tus manos, cada roce que me hacía estremecer, cada juego, tu sonrisa pícara, tu respiración sobre mis labios antes de un beso, la oscuridad, tu olor, tus ansias de vivir, tus lágrimas, mis dedeos rozando tu piel, nuestras discusiones, nuestras reconciliaciones también, las miradas cómplices, escuchar cómo se acelera tu corazón tanto que parecía que se te iba a salir del pecho, las locuras, las confesiones, mis lágrimas, ver amanecer a tu lado, que me susurres al oído canciones de amor, que dibujaras en mis post-its, dejar la puerta entreabierta para ti, el último asalto, el último adiós...

Sí, hablo de una persona. Y no debería, lo sé. Pero me da igual. Me da igual lo que piense todo el mundo, porque hay cosas y momentos que vivimos sólo yo y él. Siempre, le pese a quién le pese, estará en un rincón de mi corazón esa angustia por haber dejado escapar algo tan grande, por no haber sido capaz de seguir haciendo cambiar a esa persona, por haber sido quizás tan egoísta, por haber estado tan ciega. Es mejor que lo asuman, pues es una parte más de mí. Es cierto que él también se equivocó y mucho, pero, señores, quién no se haya equivocado nunca, que tire la primera piedra. En realidad, creo que todo lo que pasó (y lo que no pasó también) fue por el miedo a equivocarnos. El día del último adiós, me ví de repente vacía. Sentía como si me hubiesen arrancado el corazón, pero aún así, levanté la cabeza, sonreí entre lágrimas y camine hacia adelante. Y ahí sigo. Pero a veces me acuerdo.

Me odio por tener que recordar tantas cosas, tantos instantes. Ahora sólo quiero pasar página y empezar de nuevo. Creo que lo estoy consiguiendo. Poco a poco.

3 comentarios:

  1. Creo que no puedo darte la razón,no pienso que sea sano quedarse pillada en el que hubiera pasado si....Las cosas que realmente te hacen sentir algo especial se recuerdan y ese recuerdo puede ser agradable,o no,puedes recordar con una sonrisa o con una lágrima,pero no debes echarlo de menos, si lo echas de menos es como si faltara algo, como si no hubieras terminado..como si aún estuvieras esperando...¿Sigues esperando algo? ¿Crees que a esta historia aún le falta agún capítulo? Sólo hay dos opciones válidas, o terminas de escribir la historia o pasas página. No te recrees en la nostalgia puede hacerte mucho daño e impedirte avanzar.
    Un besito.(No me odies)

    ResponderEliminar
  2. ¡Cuánta razón tienes! Pero si han pasado ya más de 5 meses desde el ultimo adiós y aún sigo pensando en ello, ¿qué hago? No sé si falta algún capítulo, ni siquiera sé decirte si merecería la pena. Pero es que realmente perdí algo que creo que jamás recuperaré. Y tras haber tenido la miel en los labios, perderla se hace más difícil de aceptar. De todas formas, mi decisión ha sido pasar página y seguiré adelante con ello. Sin embargo, tendré momentos como este, en los que le ame incluso en la distancia, incluso en lo imposible. Él me dió algo tan grande como el mar, sin esquinas, sin fin. Y eso siempre lo llevaré dentro. Como un sueño.

    PD: Te odio sólo un poco... =) Gracias por tus consejos. Te adoro.

    ResponderEliminar
  3. No puedes poner barreras al mar, la vida, las cosas ocurren,lo bonito es vivirlas, no añorarlas. Lo de "que se pare el mundo que me quiero bajar", es un tópico, en esta vida sólo pierde el que se para. Ya sabes se puede perder la cabeza pero no el tiempo.

    Un besazo y un abrazazo, jo que dificil es escribir.

    ResponderEliminar