Dios, seas quien seas, ayúdame a no sentir este miedo atenazándome el alma. Ayúdame a creer, a confiar, a entender. Ayúdame a seguir con esto. Ayúdame a no defraudar. Ayúdame a tener las fuerzas suficientes para no caerme. Por favor, por favor, por favor...
Ayúdame, estés dónde estés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario