Y cuando un recuerdo feliz acude a mi mente, sonrío aunque nadie lo entienda.
Y por las noches, antes de dormir, pienso en todas las personas que quiero y que están lejos. Y lloro.
Y en algunas ocasiones, doy a la gente abrazos espontáneos, que les hacen mirarme sorprendidos.
Y suelo llorar con los libros y con las películas, como una tonta niña pequeña.
Y me encanta sentir que puedo comerme el mundo.
Y odio que haya el más mínimo fallo en cualquiera de mis planes.
Pero más aún me gusta levantar cabeza una y otra y otra vez.
Que bueno, levantar cabeza una y otra vez!!! algo que todos debemos de aprender! Saludos!...♥
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