Brindo con mi soledad por las pérdidas que no son cuantificables.
Sonrío a mi ironía mientras me estalla en la cara.
Estúpida y dolorida tras el golpe, me dejo morir de la risa.
Ignorante ante el riesgo, ahora lo valoro denasiado.
Cuando las cosas salen mal una vez... ya nunca volverán a salir bien. Y me cuesta creerlo, pero me lo creo.
Ahora sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario