lunes, 25 de julio de 2011

Tres partes.


Me divido en tres partes: alma, cuerpo y corazón. Y me gusta. A veces el cuerpo me incita a hacer cosas que el corazón no aprueba. Otras veces el corazón me induce a sentir cosas que me destrozan el alma. Alguna que otra vez me hacen el enorme favor de ponerse de acuerdo. Es curioso, pero ya no recuerdo cuándo fue la última vez que se alinearon mis tres astros.

Siento hoy la extraña emoción de una niña pequeña. He pasado un día realmente resacoso. Ayer no debí beber. Pero a lo hecho, pecho. A pesar de todo, la leve resaca que tenía no me ha impedido cabrearme con el mundo. Es que me tocan la moral continuamente. Pero ¡seré tonta! Había olvidado algo que iba a pasar hoy y que me hacía mucha ilusión. No tendría nada de especial si no fuera por las dos personas especiales que colaboraban en ese acontecimiento tan normal y rutinario. Suspiro recordando los momentos y circunstancias en las que yo sentía esa emoción contenida cuando tenía 16 o 17 años. Creo que la estoy perdiendo con los años... No sé. Me queda mucho por ver y mucho por vivir, pero ese pavo y esas emociones intensas de la adolescencia hace mucho tiempo que sé que no las volveré a experimentar. Y a veces las hecho de menos. Me consuela pensar que tengo dos hermanas más pequeñas que las vivirán y espero poder acompañarlas en ello. Porque en otra cosa quizás no, pero en estos temas... soy experta. :)

Que me voy contenta a la cama hoy, joder. Que me apetece. A mí qué más me da el resto del puto mundo si el mío hoy está ordenadito y sobre todo limpio. ¡Bah! Soy libre. Hoy siento la libertad acariciando mi cuerpo, sumergiéndose en mi alma y haciéndome sonreírme a mí misma por las esquinas. Me siento una niña pequeña.

Hoy veo futuro. Y lo veo acompañada de muy pocas personas, pero al menos ellos y ellas estarán siempre ahí. Y eso es algo que me reconforta, me ayuda a respirar hondo y me parece más que suficiente para seguir viviendo.

¡Hoy sí que sí!

=D

No hay comentarios:

Publicar un comentario