domingo, 31 de julio de 2011

Limpieza.

Hoy ha tocado revisar una montaña y media de papeles, notas, cuadernos, apuntes, etc que tenía acumulados desde hace más de 5 años. He encontrado trocitos de mí que me han hecho sonreír ausente. Entre mis apuntes de selectividad aparecían de repente notas sobre astrología o mitología. Entre las fotocopias de 3º y 4º de la ESO he encontrado comentarios filosóficos, críticos o, simplemente, reflexivos. Entre todo eso he encontrado esto:

Dibujé tus labios para no olvidar su forma.
Miré fijamente tus ojos para intentar ver en ellos tu brillante y característica luz.
Memoricé cada ángulo de tu rostro para sentir que te acariciaba.
Y al observar sus preciosas manos, sentí que me tocaban.
Aunque no encuentro razones de peso para hacer todo esto, lo hago.
No sé por qué, pero ya no creo en las cosas que hago o digo. Y lo más curioso de todo: ya no escucho a mi corazón.
Pero creo que esto último ocurre porque ya no está ahí.
Están siendo las cuatro semanas más duras de mi vida, pero tú sigues adelante, indiferente.
Lo peor es que dices que cuente contigo, que yo te importo, que me valoras...
Pero, ¿dónde están los hechos que lo demuestran? Simplemente no están.
Por creer en ti, dejé escapar a alguien que sé me quería de verdad.
Hoy, que sé que lo quiero de verdad y que le hice daño y que lo dejé escapar, por segunda vez porque no perdía la esperanza en ti; hoy que me siento idiota, perdida, decepcionada, amargada, mal... Y todo por creer en alguien que no existía, alguien que yo misma creé para, no sé, ¿sentirme mejor?
Hoy no sé qué hacer. Porque mi mundo se derrumba y muero cada vez que veo esa estúpida foto tuya.
Parece ser que aún eres capaz de seguir rompiéndome el corazón.


Me he quedado fría cuando he leído esto. Tiene ciertos toques de similaridad con mi situación actual, pero la verdad es que no sé cuándo lo escribí ni de quién hablaba. Soy demasiado enamoradiza.

Además de esto he encontrado algunas cosas más que me traen recuerdos de mi efervescente adolescencia. ¡Qué tiempos! Hay que ver cómo ha cambiado toda mi vida, cómo he crecido, cómo ha girado el mundo y han cambiado las relaciones, las situaciones, las posiciones. Es increíble.

Hoy me siento mayor. Y encantada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario