sábado, 23 de julio de 2011

Porque este mundo no lo entiendo.

Estoy curioseando por Internet a las 6 de la tarde aproximadamente, cuando en el estado de Tuenti de una amiga veo que pone que ha muerto Amy Winehouse. Reconozco que odio esa cantante de pacotilla, que me cae fatal, que no la soporto ni a ella ni a sus canciones, ni sus vicios... Sí, todo eso. Pero 27 años me parece una edad demasiado temprana para tener el historial de coqueteos con las drogas y el alcohol que ha tenido esta criatura. Recordemos el concierto de Serbia, que fue vergonzoso. Amy apenas podía tenerse en pie, era incapaz de entonar sus propias canciones. Fue realmente bochornoso. A pesar de que no me produce sino asco, me da muchísima pena saber que ha sido incapaz de valorar su voz, su éxito a nivel mundial y el enorme abanico de posibilidades con el que algunas personas aficionadas a la música soñamos día tras día. Se ve que a esta mujer le pudo más la fama y el ansia de morir a la misma edad que otros colegas como Kurt Cobain, que el amor por un sueño.

Encima, me doy cuenta de repente de que son las 9 de la tarde. El Telediario me hace asegurarme de la noticia de la muerte de Amy Winehouse, además de informarme de que un chalado se ha liado a tiros en un camping noruego. La gente está loca, definitivamente, empezando por mí y terminando por el subnormal ese de Noruega. Matar a 90 y tantas personas por la cara, sin ton ni son. De verdad que me muero del asco. A veces no quiero vivir en este mundo que me da tanto miedo y me hace sentir tan pequeña ante la inmensidad de la locura de la gente.

Y yo tirada toda la tarde en un sillón viendo "Karate kid" con mi pequeña y "Qué tiempo tan feliz" con mi abuela. Por lo menos me consuelo pensando que tengo planes para esta noche. Es raro, pero ni siquiera eso me hace sonreír. Llevo todo el día demasiado rara...

Mi hermana vuelve y le recuerdo que se iba a venir conmigo hoy. Me comenta que le habían propuesto otros planes en los que curiosamente participan ciertas personas que me asquean. Obviamente le digo que se venga conmigo. Y es lo que va a hacer.

Después del día de hoy, sólo me queda decir que cuanto más sé, más asco me da todo este mundo (incluida yo misma muchas veces). Es más: cuanto más sé, menos querría saber. Es cierto que prefiero las verdades aunque duelan, pero a veces prefiero hacerme la sorda y evadirme a mi mundo de yupi. Se está muy bien allí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario