Cerrando la mente. Lapidando el corazón. Conteniendo las lágrimas. Enfrentando el miedo... y la frustración. Soportando la incertidumbre. Aguantando temblorosa.
En definitiva... reconstruyendo una muralla "anti-dolor" para sentirme protegida, aunque sola.
Tú nunca estarás sola, como mínimo te tendrás atí y por supuesto a mí. Un besazo
ResponderEliminar